Estoy mutando
Aug 09, 2023
Mi negocio de coaching va mutando tal y como voy mutando yo, lo que antes era pasión hoy es rutina y desgano. Lo que antes llenaba el alma hoy es más de lo mismo.
A veces me pregunto, ¿tan rápido nos acostumbramos a las cosas, la gente, la rutina, que ya luego nos importa un carajo? Ya no vemos lo novedoso en eso, ya es parte de nosotros y viene ese sentimiento de:
¿Por qué no me siento feliz con todo lo que tengo si es lo que siempre quise?
¿Por qué la vida que tanto anhelaba ya no es interesante para mi?
El día que descubra la complejidad de la mente me volveré loca! Jaja
Y es que de verdad yo creo que mi mente es la más loca del mundo, Dios como me hace pasar rabias.
Pero saben algo? Aún así la amo.
La amo porque me hace salir constantemente de mi zona cómoda (me desafía a más)
La amo porque me hace recordar hermosos momentos vividos con mi hijo, con los seres que quiero.
La amo porque me hace cuestionarme todo, incluso aquello que no me interesa ni tengo ganas de reflexionar.
La amo porque esa vocecita enciende mi alma, la llena de fuego, de ganas.
De inconformismo.
De rebeldía.
De explosión de ideas.
De querer crear nuevos negocios.
De querer evolucionar mi marca y negocio de coaching.
De ganas locas de impactar más vidas.
De ganas locas de encender corazones.
Que divina que es la vida cuando tu propósito es mayor que tú, cuando tienes que obligatoriamente ser mejor y mejor, no solo por ti, sino por tus clientes y todas las personas que confían ciegamente en ti.
Decido replantearme mi vida cada vez que sienta que estoy demasiado cómoda.
Decido replantearme mis metas cada vez que sienta que estoy pensando en pequeño.
Decido transformarme a mi misma cada vez que sienta que el brillo de la vida se ha perdido.
Porque no me conformo con medias tintas, ni medios tiempos.
Yo lo quiero todo.
Me recuerdo cada día a mi misma que hoy podría ser el último día de mi vida! Y cómo decidiré vivirlo? Con pasión y fuerza? O quejándome constantemente por no tener aquello que deseo?
Lo único constante es el cambio y yo amo ponerme a prueba, superar mis propias barreras mentales, reinventarme las veces que se me de la gana.
Una vez, apague mi llamita interna y saben que? Me costó años recuperarla! No puedo volver a permitir lo mismo.
Reflexiono y aclaro mi mente, analizo, defino nuevas metas, nueva energía, nueva alineación y seguimos!
Estoy mutando y no se cuanto me lleve este proceso de crecimiento, a veces duele, a veces es hermoso, pero sé que una vez logre llegar a mi siguiente nivel de consciencia, habrá valido absolutamente la pena.
Te quiero.
Dani.
